¿Qué es?
Es una alteración ocular que suele afectar a pacientes con problemas de tiroides.
¿Qué la origina?
Se trata de una enfermedad autoinmune. Esto significa, que por causas desconocidas, el sistema inmunológico ataca a sus propios tejidos, en este caso a la glándula tiroides y estructuras que rodean al globo ocular. Dicha reacción inflamatoria provoca que los músculos y la grasa orbitaria aumenten de volumen y empujen hacia afuera al globo ocular (exoftalmos).
¿Quién tiene riesgo de padecerla?
Principalmente mujeres de 40 a 60 años con hipertiroidismo, aunque puede ocurrir también en pacientes hipotiroideos o en personas sin enfermedad tiroidea. En hombres es menos frecuente pero mas severa. La orbitopatía tiroidea puede aparecer incluso antes de haberse diagnosticado la enfermedad tiroidea.
¿Cómo se manifiesta?
Las alteraciones más comunes son ojos prominentes con “expresión asustada”, dolor ocular, párpados hinchados, enrojecimiento y visión doble.
Suelen afectarse ambos ojos, aunque a veces de manera asimétrica. En casos graves el compromiso de la cornea y nervio óptico pueden derivar en daños irreversibles de la visión.
¿Cual es el tratamiento?
Esta enfermedad presenta una etapa activa (inflamatoria) y una etapa inactiva (residual o cicatrizal), por lo tanto el tratamiento depende del estado del paciente y de la fase de la enfermedad la que se encuentre. La enfermedad que suele tener un curso largo y requiere paciencia. Es importante la cromunicación entre el médico endocrino y el oftalmólogo.
En la ETAPA ACTIVA el objetivo es controlar la inflamación, generalmente con corticoides. Cuanto antes sea la detección del problema, mejor el pronóstico y menor tasa de complicaciones.
En la ETAPA INACTIVA se trata de corregir las alteraciones que han quedado. Esto se efectúa mediante cirugía descompresiva, para crear espacio para el globo ocular y que se reinserte en la órbita. Cirugía de estrabismo para corregir las alteraciones de la motilidad ocular. Y por último cirugía en los párpados para corregir la retracción palpebral y la presencia excesiva de bolsas palpebrales.
El tabaco está completamente contraindicado. Se sabe que reactiva la enfermedad , dificulta el tratamiento y empeora su pronóstico.