La pinguécula es una degeneración de la conjuntiva en respuesta al sol. Se presenta como una elevación amarillenta y redondeada que no afecta a la cornea. Es mas frecuente en el sector interno. En ocasiones crece hasta convertirse en un pterigion.
El pterigion es el crecimiento anormal de tejido fibrovascular de la conjuntiva hacia la cornea. Se sitúa con mayor frecuencia en el ángulo interno del ojo, pero también puede aparecer en el sector externo o en ambos.
¿Por qué aparecen?
El principal factor de riesgo para la aparición tanto de la pinguécula como el pterigion es la exposición al sol prolongada, razón por la cual tienen una alta incidencia en Canarias. También la exposición al viento y ambientes con polvo o químicos irritantes. Es mas frecuente en personas que trabajan al aire libre, practican surf, navegación, etc. También existe una predisposición familiar.
¿Qué síntomas producen?
Los pacientes con pterigion se quejan de enrojecimiento ocular frecuente, sensación de cuerpo extraño, picor y molestias que empeoran al estar al sol, al viento o en sitios con aire acondicionado. También empeoran con el uso de pantallas o con el cansancio.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento definitivo es quirúrgico. Éste se aconseja cuando las lesiones presentan crecimiento rápido o producen molestias que no mejoran con tratamiento médico (lágrimas artificiales, descongestivos, colirios antiinflamatorios). Se recomienda operarse antes de que el pterigion se invada área pupilar, ya que en casos severos puede comprometerse la visión.
El principal problema del pterigion es la posibilidad de que vuelva luego de operado (recidiva) La técnica mas moderna y que presenta la menor tasa de recidiva es la extirpación con colocación de autoinjerto de conjuntiva. Este injerto es colocado en su sitio mediante un adhesivos titular (Tissucol) que es como un pegamento. Así mejora sensiblemente el postoperatorio y eliminamos la necesidad de suturas..
¿Se puede prevenir?
El uso de gafas de sol adecuadas con buen filtro UV desde la niñez es muy importante. Disminuye la aparición de pterigion y protege de las recidivas en casos ya operados. Además es útil el uso de lágrimas artificiales para evitar la sequedad e inflamación del ojo.