¿EL BOTOX ES SEGURO?
La toxina botulínica (conocida como BOTOX) es uno de los grandes avances en procedimientos mínimamente invasivos para rejuvenecer la mirada. Se ha utilizado de manera segura y efectiva desde la década de los 80 cuando fue aprobada para el tratamiento del estrabismo. Desde allí, su uso extendido tanto para el tratamiento de trastornos musculares como en el campo de la estética.
MECANISMO DE ACCIÓN
La toxina botulínica actúa debilitando la acción de los músculos tratados. Como los músculos quedan en reposo, la piel que los recubre se relaja y comienzan a desaparecer las líneas de expresión progresivamente. También al haber menos movimiento en esa zona se previene la aparición de nuevas arrugas en el área. De esta manera logramos corregir arrugas de expresión como el entrecejo o las patas de gallo.
Es importante entender que NO se trata de un relleno, no “rellena” las arrugas sino que corrige las que se forman cuando activamos estos músculos.
ALGUNAS ADVERTENCIAS
Como cualquier tratamiento médico, debe ser efectuado por un profesional experto en la materia. Recordemos que se aplica en músculos alrededor de los ojos, y si no se realiza de la manera adecuada pueden aparecer problemas como párpados caídos, sequedad ocular o visión doble. Cualquiera de estos trastornos será transitorio, como lo es el efecto del Botox, pero no por ello deja de ser desagradable. El oftalmólogo especialista en Cirugía Plástica Ocular está especificamente formado en este tipo de procedimiento y le ofrecerá las máximas garantías.
FALSAS CREENCIAS
El botox tiene sus mitos. En sus comienzos se utilizaban dosis excesivas por lo cual todavía hoy hay gente que lo asocia a caras inexpresivas, congeladas. Las técnicas han avanzado de manera abrumadora, y en la actualidad el resultado que se busca es un rostro que conserva su movilidad y expresión pero a su vez se ve joven y luminoso. Con el botox se logra recuperar el brillo y juventud de la mirada.
LA EDAD APROPIADA
Cada vez mujeres más jóvenes recurren a la toxina botulínica. Esto sucede porque el tratamiento no solo elimina arrugas sino que retrasa su aparición. Lo mas frecuente es comenzar a partir de los 30 años que es cuando comienzan a aparecer las arrugas mas significativas, aunque se puede efectuar en pacientes más jóvenes.
Hay que tener en cuenta que el efecto del botox dura de 4 a 6 meses. Pasado ese tiempo hay que repetirlo si se desea mantenerlo. En cuanto a contraindicaciones, no está indicado durante el embarazo, lactancia o en algunas enfermedades neuromusculares.
El botox es un tratamiento completamente seguro y de eficacia probada en el tiempo. Debe ser aplicado por un médico experto en la materia para obtener un resultado natural y evitar complicaciones.
By Dra. Cecilia Rodríguez Luna